LAGRIMAS DE SANGRE

Era una tarde gris para 17 alumnos. Se les había reunido para dar solución a un taller en donde se mediría sus capacidades competitivas y de creatividad. Para todos los asistentes era sumamente importante superar con éxito todos los puntos del fatal taller. Pero esta historia termino de una manera trágica.

Una ves en el taller la tensión se fue apoderando de cada uno de ellos; Juan uno de los estudiantes nunca conto y hasta ese momento nadie sabia que el sufría del corazón, sin darnos cuenta termino en el suelo y no respiraba, al parecer, no aguanto con la tensión y el estrés; todos en ese momento le pedimos al profesor que aplazara el taller, pero el respondió que no, que simplemente el compañero perdería el examen al igual que cualquiera que saliera en ese instante por la puerta; la novia de Juan que también estudiaba con nosotros al ver que nadie auxiliaba a su novio, en un ataque de nervios lo saco del salón y se dirigieron para el hospital. La tensión seguía, la presión era tanta, que un vapor emergía por las paredes del aula, aprovechando esta circunstancias otro de los alumnos viendo que profesor se daba la vuelta, saco de su maletín una navaja y se lanzo a enterrársela al profesor en la espalda, este al percatarse de la intención del alumno le agarro de la mano e hizo que este mismo se la enterrara en su propia espalda y de una patada también lo saco del salón y dijo que cualquiera que intentara algo parecido le iba ir de peor forma, en ese momento una compañera que era nueva en el grupo se puso a llorar y debajo de su silla había un charco, se había orinado de los nervios; al profesor le pareció tan desagradable que hizo que la joven limpiara con su propia ropa y seguidamente la cogió del pelo y la arrojo al piso fuera del salón.

Los minutos pasaban pero para los asistentes parecían horas interminables de continua tortura que fue llevando a que uno a uno y por diferente razones fueran echados del salón. Finalmente quedaron tres en el salón y lograron terminar el taller, se acercaron con temor ante el profesor, entregaron el taller y se dirigieron a la puerta para así finalmente descansar del suplicio, pero el profesor les dijo que se detuvieran, que el iba a calificarlos de una ves y les daría de inmediato la nota. La primera nota fue 2.5 y llamando al alumno le rompió en pedazos el taller y se lo lanzo en la cara y le dijo: -Ya sabe lo que eso significa. Analizo el segundo taller y entre gestos y murmullos dijo: María has sacado 3.0, supuestamente pasaste. Finalmente se dispuso a analizar el último taller, pero antes de que siquiera lo abriera el artífice de aquel escrito le dijo. –Por favor profesor cambie de actitud antes de leerlo. Y el respondió: -ha! Pertenece a usted, pues déjeme decirle de ante mano que no pasara con migo. Seguidamente empezó a leer los escritos del alumno; en ese momento su rostro cambio de aspecto al punto de parecer totalmente pálido, como si no tuviese sangre en la cabeza; levanto la mirada y sus ojos derramaban gotas de sangre, y dijo:- Compañero creo que su nota es un 5.0, a lo que él respondió: - Usted sabe profesor que eso ya no importa y tampoco arreglara nada, solo le pido que por favor queme esos escritos. Y dándose la vuelta se despidió diciendo: - Disfrute ahora de su nueva vida.